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Ante un emocional testimonio, policía del LAPD es condenada a 36 meses en la cárcel (Video)

Con lentes oscuros dentro de la Corte, Sandra Thomas se acercó a la silla de los testigos el jueves y habló sobre la oficial del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), a quien ella responsabiliza por la muerte de su hija.

“Tengo que preguntarle a Dios que me ayude a aprender como perdonarla”, dijo la madre al juez, momentos antes de escuchar la sentencia para Mary O’Callaghan.

La hija de Thomas de 35 años fue esposada y golpeada por O’Callaghan durante su arresto en el 2012. Ella murió después de ser detenida y puesta en el asiento trasero de una patrulla, quejándose que no podía respirar.

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El encuentro, el cual fue captado por la cámara del tablero del auto, muestra a O’Callaghan golpeando a Alesia Thomas –madre de dos pequeños- con su mano abierta y pateándola en el abdomen. Enseguida se ve a la policía fumando en la calle, mientras la detenida perdía el sentido.

Sandra Thomas, quien trabaja como asistente médico, preguntó a O’Callaghan el por qué no mostró más simpatía y trató de revivir a su hija.

“Tienes que mostrar compasión por la gente”, agregó. “[todo lo que vi] me hace sentir que ella quería que pasara lo que pasó”.

Cuando le tocó a O’Callaghan, de 50 años, dirigirse a la corte, ella miró a Sandra Thomas en lugar de al juez.

“De madre a madre”, dijo O’Callaghan en lágrimas, y madre de tres hijos. “Estoy muy arrepentida por la muerte de tu hija”.

Estos fueron los primeros comentarios de O’Callaghan desde que fue arrestada por la muerte de Alesia Thomas

O’Callaghan, quien es una veterana de la Marina y ha trabajado para el LAPD por 18 años, dijo que reza cada día por los hijos que dejo Alesia Thomas.

Después del emocional testimonio, Sam Ohta, juez de la Suprema Corte de Los Ángeles, sentenció a O’Callaghan a 36 meses de cárcel, con los últimos 20 suspendidos, lo que significa que ella podría salir libre en cinco meses con buena conducta.

El caso de O’Callaghan atrajo mucho la atención y ha estado en un extenso escrutinio debido a que surge en medio de la crítica nacional sobre el exceso de fuerza utilizada por la policía. Y el video, que fue dado a conocer durante el juicio, subraya la importancia del uso de cámaras en los uniformes de los agente de policía y en sus patrullas.

El LAPD se encuentra en el proceso de armar a sus oficiales con cámaras de video en su uniforme. Esto obedece a una póliza aprobada por la Comisión de Policía en abril que requiere que los policías enciendan sus cámaras antes de un encuentro con el público o actividades de investigación.

“Debe estar claro para todos que el departamento de policía y el sistema de justicia criminal harán responsables a los oficiales por sus acciones cuando trabajen fuera de la ley”, dijo Charlie Beck, jefe del departamento a través de una declaración escrita.

La persona del jurado que leyó la decisión del grupo dijo que lo visto en el video jugó un papel muy importante en la decisión de ellos para encontrar a la policía culpable. Una cámara grabó actividad dentro de la patrulla y otra, fuera del vehículo. En las cámaras se pudo ver los golpes de O’Callaghan a la víctima y cuando ésta perdió el sentido.

Alesia Thomas puede verse en el video diciendo “No me puedo mover. No puedo respirar”, mientras la policía le ordenaba que se sentara atrás de la patrulla.

Mientras O’Callaghan le da órdenes a Thomas sobre dónde poner sus pies. La arrestada dice “No puedo. No puedo”. Enseguida la policía le grita obscenidades y la golpea con su mano abierta en el cuello.

Thomas enseguida voltea a ver la cámara con sus ojos abiertos.

La policía le dice a Thomas que la golpeará si no mueve sus pies. Mientras la detenida se empieza a sentar, O’Callaghan le da tres patadas con sus botas en su cuerpo. Cuando la policía trata de ajustar los pies de Thomas, ella la comparó como si estuviera lidiando con animales.

Después del arresto, la cámara muestra a O’Callaghan fumando un cigarro. Y cuando se da cuenta de que la arrestada pierde el sentido, la policía dijo: “Estas no son buenas señales”.

Thomas había preguntado a los oficiales que pidieran una ambulancia 30 minutos antes de la hora en que la llamaron.

La oficial no fue encontrada culpable en conexión a la muerte de Thomas. Una autopsia reveló que la arrestada estaba intoxicada de cocaína y posiblemente, esto fue un factor decisivo en su muerte. No fue posible determinar si la forma en que fue tratada la víctima por la policía tuvo algo que ver con su muerte. El caso fue archivado como “indeterminado”.

Robert Rico, abogado de O’Callaghan dijo que su cliente había sido reemplazada de su trabajo en el LAPD, y dependía del resultado del juicio. Agregó que la oficial también sería despedida por el delito que se le atribuye y además perderá su trabajo en la policía de Vermont que había obtenido después de su arresto.

Rico criticó la decisión del juez y la calificó como “excesiva y muy larga”, comparada a los 180 días que había pedido la fiscalía. “No fue una sorpresa porque el caso fue muy politizado desde el inicio”, dijo el abogado.

Después de los comentarios en medio de lágrimas dentro de la corte el jueves, O’Callaghan se acercó a Sandra Thomas, quien estaba sentada con el resto de la familia.

“¿Puedo darle un abrazo?”, Thomas le preguntó al juez.

“Sin abrazos”, el juez contestó al momento que los alguaciles le bloquearon el paso. “No se permite”.

Más tarde, afuera de la corte, Sandra Thomas dijo que estaba satisfecha con la sentencia y la respuesta de O’Callaghan.

“Me siento muy aliviada”, finalizó.

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