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Índice de embarazos de adolescentes aún un problema entre latinas

A pesar del histórico declive en los índices de embarazo en adolescentes en las últimas dos décadas, ocho de cada diez personas en Estados Unidos aún consideran que el embarazo adolescente es un problema importante al compararlo con otros desafíos sociales y económicos en sus comunidades.

La Campaña Nacional para Prevenir Embarazos Adolescentes y No Planificados sugiere que cerca de tres cuartos de los adultos latinos, o el 78 por ciento, creen que deberían realizarse más esfuerzos para prevenir el embarazo adolescente en sus comunidades.

Y es que las últimas estadisticas demuestran que en el 2015, hubo 23.3 nacimiento por cada 1,000 jóvenes entre las edades de 15 a 19 años de edad.

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“A pesar del declive en embarazos de adolescentes y maternidad, cerca de uno de cuatro adolescentes en la nación todavía se embaraza antes de los 20 años de edad y el progreso que hemos logrado continúa siendo inconsistente”, dice Ginny Ehrlich, director ejecutivo de la campaña, una organización sin fines de lucro que busca prevenir los embarazos no planificados entre adolescentes.

A juicio de Ehrlich, los adolescentes que viven en la pobreza tienen desproporcionadamente más posibilidades de experimentar un embarazo no planeado, especialmente las afroamericanas y las latinas.

En el 2015, la tasa de natalidad de las adolescentes latinas era aún más de dos veces mayor que la de las anglosajonas de la misma edad. Por su parte, la tasa de natalidad de las adolescentes afroamericanas era casi el doble de la tasa entre las adolescentes anglosajonas.

La Campaña Nacional corrobora que sólo el 38 por ciento de las adolescentes que tienen un hijo antes de los 18 años obtienen un diploma de escuela preparatoria y el 63 por ciento de las madres adolescentes reciben algún tipo de beneficios públicos durante el primer año después de que sus hijos nacen.

De acuerdo a la doctora Julie Decesare, investigadora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), las investigaciones han mostrado que el acceso a los anticonceptivos ha jugado un rol importante en el declive de los embarazos.

Sin embargo, “el remover este servicio podría perjudicar a mas adolescentes” e inclusive a la comunidad en general, ya que el costo para los contribuyentes estadounidenses por embarazo y parto en adolescentes se estima en 9 mil millones de dólares al año.

En mayo, Mes Nacional de la Prevención del Embarazo Adolescente, la Campaña Nacional sostiene que se requerirán esfuerzos de los padres, legisladores y la población en general para ayudar a los adolescentes a practicar la planificación familiar segura desde el principio.

La campaña también impulsa a los padres de familia y adolescentes a buscar ayuda prenatal.

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